martes, 28 de mayo de 2013

Apreniz de Forastero.

Sólo tengo dos libros,un sombrero,un par de cigarrillos y un teléfono media carga.
Sin rumbo,pero cerca de casa,donde preguntan mi lugar y yo contesto con ausencia.
Con delirios y sin plan,esperando que el dolor llegue a enojo.
Sin inculcar culpa en nadie,sólo en los que me señalan buscando y no entienden.
¿Qué sera de mi sin aquellos papeles tan preciado?
¿Qué sera de mi sin esos números marcados?

lunes, 20 de mayo de 2013

XXII

No puedo más,me duelen bastante las piernas,¿Cuanto tiempo es que llevo caminando?.
No logro recordar más que las madrugadas cuando aun era un chiquillo y mi madre tiernamente me levantaba y preparaba el desayuno.
Sólo se que es tarde,muy tarde o muy temprano.
Quiero parar,deseo parar pero mis piernas no dejan de moverse y mi respiración se agita más con cada paso dado y escucho el eco de estos mismos,el eco de cada uno de ellos sonar y retumbar por toda esta infinita calle.
Alcanzo a distinguir a lo lejos,muy a lo lejos una tenue luz dada por una grande,vieja y muy distinguida lampara,luz la cual es en su mayoría robada y derramada sobre un reloj muy de época haciendo que este proyecte una enorme y espectral sombre sobre el camino.
Estoy exhausto,comienzo a sudar mientras que mi frente y mis manos hielan.
Sin avanzar siento que estoy cerca del final de este recto laberinto,pero ahora con casa paso que doy siento como mi pecho se sofoca y me falta el aire.
-¡Dios! ¡Por favor!- Sollozo al aire mientras irremediablemente sigo avanzando.
Los segundos parecen horas y estas mismas son evos de tiempo que he llevado deambulando por este camino.
Pero lo veo,ya lo veo,justo detrás de aquel reloj sin agujas está la esquina.
La sensación de dolor,el eco,mi respiración y terror están más fuertes que nunca.
-¿Qué pasa?- Me pregunto desesperado y con gran horror al observar como mis piernas sangran y titilan completamente paralizadas al pie de la esquina,esquina tal cual túnel sólo oscuridad proyecta y no se ve nada más.
Ya no tengo aire,mi pecho se contrae,siento que caigo en el abismo,caída sin fin.
Ahora me levanto con la cabeza sangrante,gran dolor,volteo a todos lados y me doy cuenta...
De nuevo estoy en el comienzo.

Placeres de la vida

Tomar un café por la tarde en compañía de esa linda chica,hacer el amor con ella en la noche y fumar un cigarrillo en la madrugada.

domingo, 19 de mayo de 2013

XXI

Humeante y como aquella culpa viene a mi todos aquellos recuerdos de cosas que nuca tuve.
Un lenguaje extraño me acontece y castiga,cierta luz me libra.
Fluidez en mis palabras en mis palabras que solas persiguen sus colas dando vueltas en una danza sin rumbo.
Mirame a los ojos y dime lo que ves.
Toca mis manos y dime lo que sientes.
Escucha mi corazón y dime lo que piensas.
Besame y dime si te enamoras.

Residencia Castilla

Nos encaminábamos mi amigo yo desde nuestro pequeño poblado hasta esa añorada capital de la cual mucho se habla,el motivo del viaje era para visitar a su abuelo enfermo e internado en el hospital central de ahí hace ya varias semanas y que,casi en su lecho de muerte y siendo su nieto al único familiar que puede acudir,justo dos días atrás le había enviado una carta a mi compañero para que esté con el en sus últimos días,sin embargo se notaba claramente como una simple excusa para un propósito incluso más serio que su propia muerte.

De esa manera el y yo partimos justo a las 1;30 a.m hacia la ciudad,el camino era muy largo,de casi 5 o 6 horas de viaje,por ese mismo motivo decidimos partir cuanto antes y a una hora prudentemente temprana.
A pesar que nuestra estancia en aquella ciudad sería de una semana el no llevaba mucha ropa ni equipaje -Puede ser por la preocupación o intriga que siente - pensé por un momento hasta que el interrumpo el silencio,silencio que no era particular al ser ya colegas de muchos años.
-Disculpa por tenerte aquí ocupado conmigo,pero realmente necesitaba que alguien me acompañara en este viaje.
-El que se debe de disculpar sería yo en todo caso,por estarme metiendo en un asunto tan personal.
-Nada de eso,si yo mismo te he invitado. Como sabes llevo una muy estrecha relación con mi abuelo,si de por si con mi padre lo era,imagínate como lo es con el.
-Sí,claro,trato de entender.
-Pues sabes,hasta cierto punto siento pena por no haberlo visitado antes o al menos comunicarme con el desde que tenia 9 años y ahora con mi vida hecha ir a verle la cara en ese estado.

Esas fueron las últimas palabras que pronuncio después de que note que el simplemente no quería tratar más el tema,se notaba y por consiguiente me dispuse a no comentar más sobre eso y en ese momento de tensión no habría tema más que tratar,así que los dos callamos.
Al cabo de 3 horas de viaje,en las cuales me tome ciertos minutos para dormir el aparco el coche aun costado de la carretera y me pidió a mi que condujera el resto del camino ya que el se sentía cansado y necesitaba dormir un poco. Yo obviamente accedí y al cabo de un par de minutos y el ya durmiendo,pude mirar a unos cientos de metros a una pequeña casa,en medio de la nada,acostado de la carretera y con extrañamente un par de luces encendidas que se lograban distinguir de entre la niebla de esa madrugada.
Desperté a mi compañero para comentarle de la tan curiosa situación,al acercarnos la curiosidad pudo más conmigo,así que reduje la velocidad para poder ver más claramente al pasar frente a esa casa.
-Hey! Mira- Dijo mi amigo asombrado y de una manera algo simpática - La puerta principal está abierta,y sabes,tiene finta de un restauran.
-¿Qué? ¿Un restaurante acostado de esta desolada carretera? Y por si fuera poco,abierto a estas horas.
-Pero en que cosas te fijas,si es que hemos tenido la suerte de encontrar un posible restauran no tenemos que desperdiciar el momento; ¡Vamos! Aparca el coche por aquí que tengo mucha hambre,no pude comer nada antes de venirnos.
-Pero en serio,me da muy mala pinta ese lugar.
-Por favor,no empieces con esas cosas.

Sin estar muy convencido me dispuse a lo que me decía y estacione el coche enfrente de aquel misterioso lugar.
-Sea lo que sea esta cosa,una casa o un restaurante,es demasiado rustico,¿No crees?
-Si hombre,si.
Dijo el en un tono algo sarcástico y ya encaminándose a la entrada de aquel lugar.

-Buenos días!-Exclamo y se sentó en unas de las mesas que estaban por ahí tendidas con capacidad para varias personas y yo me senté del otro extremo de la mesa.
Sin ninguna prisa ni impresión se nos acerco una dama de muy mal aspecto,algo encorvada pero muy alta,con la piel increíblemente blanca,el cabello recogido y ojos de color miel que menos de darle un buen aspecto,la hacían parecer imprecisa y con apariencia disléxica,y aunque tal vez ese no era el caso si era bastante notorio que esa mujer contaba con una enfermedad más allá de lo físico,sino con algo mental.
Sin embargo con gran amabilidad nos atendió diciendo;
-Buenos días señores,espero que hayan tenido un buen viaje,diganme,en que puedo servirles.
Mi amigo de una manera un tanto apresurada le contesto.
-Sí,nos puede servir un café por favor,uno y uno.
-Me temo que han llegado al lugar equivocado si ese es el caso- Dijo aquella mujer con ahora,un tono más serio y con mucha inconformidad.
Mi compañero,ahora por todo lo contrario,ya bastante apenado contesto titubeando.
-Oh! Una gran,gran disculpa señora,por favor,que nosotros pensamos que este lugar se trataba de un restaurante,por la fachada y las mesas tendidas.
-Sí,sí,no se preocupe,suele pasar más a menudo de lo que usted imagina-Dijo la mujer un tanto molesta ahora. -Sin embargo- Continuo -Realmente no hay problema en servirles un café a usted y a su amigo,que al final de alguna manera de debe de recibir a los invitados.
-No señora por favor,yo y mi compañero nos retiraremos y...-Antes de que mi amigo pudiese seguir hablando la señora se retiro de aquella área en la cual nos encontramos,siguió caminando hasta encontrarse con una puerta al costado derecho y al entrar simplemente se perdió y no un sólo ruido más pudimos escuchar.
-¿Ves? ¡Te lo he dicho!-Le dije replicándole -No tuvimos porque haber entrado a este lugar,ahora,sólo Dios sabe en que situación nos hemos metido,digo; ¿Por qué nos habrá llamado invitados?
-Bueno...-Dijo él,con aun mucha pena y volviendo a titubear-...No se que más decir,¿Qué crees que sea lo más conveniente? ¿Irnos?.
-No lo se,me supongo,pero sería ya bastante grosería después de lo que le haz dicho sin antes haber preguntado que es este lugar exactamente.
-Lo se,pero mejor a que irnos.
-¿Seguro?
-Sí,también me está empezando a dar mala pinta este lugar.
-Hasta cuando....Pero igual concuerdo contigo,vámonos.

En cuanto los dos nos levantamos de la mesa y nos disponíamos a la salida entro aquella mujer por la misma puerta de donde salio con una charola en las manos ocupada por una cafetera,dos tazas y algo de crema y azúcar.
Sin decir nada y sólo postrada frente a nosotros dejo las cosas en la mesa y con la bandeja por un lado cruzo los brazos.
-¿Y bien?-Pregunto con un tono ahora un tanto simpático pero con ello,tratando de una forma sínica de ocultar su molestia. 
Mi compañero sólo me miro demasiado extrañado y comenzó a volverse a sentar muy inseguro y casi sin pensarlo por la mirada de aquella sirvienta,yo le seguí el juego e igual me senté.
-Gracias,muy amable de su parte señorita,pero creo que sea mejor que nos vayamos retirando,vera,necesitamos llegar temprano a la ciudad ya que tenemos un compromiso ahí mismo-Le dije de la manera más cortes que pude.
-Ah! ¿Sí? No me diga,pero; ¿Cómo es que si iban a tener tiempo para tomar un desayuno entero y ahora me dicen que el tiempo,ni para un café les alcanza?.
Antes de que yo pudiese pronunciar otra palabra alguna ella continuo.
-Iré a avisarle a la señora de este lugar que hay invitados,aunque es común que vengas forasteros pidiendo comida ella nunca tiene la oportunidad de conversar con nadie,y que mejor que con dos amables caballeros,¿No es así?-Dijo ella de una manera muy sarcástica y se retiro ahora entrando por otra puerta y subiendo unas escaleras a través de ella hasta que el sonido de sus pisadas se perdió en el silencio mismo.
-¡Vamos! Ya,a que salir de aquí cuanto antes-Dijo mi amigo con bastante incomodidad y prisa.
Nos levantamos y en seguida nos percatamos que la puerta por la cual entramos estaba cerrada.
-¿Pero cómo? Si es que no se ha escuchado ni un sólo ruido-Le dije a él.
Y antes de que mencionara palabra alguna,ahora,de por alguna de las esquinas aparece un señor de ya bastante edad el cual parecía hacer el papel de sirviente al igual que la otra señora o algo parecido.
Muy bajo de estatura,con una cabellera y barba blanca muy larga y precisamente cuidada la cual al poco bajo del pecho estas se unían para hacer una sola especie de melena,con lentes y casi cojeando y de una manera muy serena nos dijo;
-Buenas caballeros,perdonen mi ausencia en todo este tiempo,pero no quería interrumpirlos mientras bebían su café,no se preocupen por la puerta que yo ya la he cerrado y abierto la ventana para que igual ventile un poco.
Mi amigo pasmado sólo se quedo viendo aquel cerrojo tratando de ver si es que este tenia alguna especie de seguro,entonces interrumpí...
-Muchas gracias por la amabilidad y compresión señor,pero vera nosotros realmente...
Ahora me interrumpe a mi las pisadas de al parecer,un par de personas.
Los tres volteamos hacia el corredor,que es de donde venia el ruido y justamente se trataba de aquella típica señora acompañada de otra mujer,más bien anciana,bastante alta,más que los otros dos sujetos,con una enorme,lacia y muy larga cabellera blanca,dada hasta debajo de la cintura,caminando de una manera muy imponente y vestida con un,he de decir,muy hermoso vestido negro,largo,con aspecto similar a los vestidos de novia,pero con cuello.
Con unos ojos azules,que proyectaban una profunda mirada y mucha serenidad.
Se detuvo al pie de la mesa con la señora de un principio al costado,esta última con la cabeza baja y cuando mi amigo y yo volteamos a para donde estaba aquel hombre,simplemente había desaparecido por completo,sin dejar rastro.
-Caballeros,háganme el favor de sentarse-Dijo de una manera amable,pero muy imponente mientras su acompañante se retiraba del lugar.
Tenia una voz muy suave,pero ronca,como si de una fumadora se tratase.
Realmente sin pensarlo y de una manera casi automatizada,guiados por tal figura enigmática y tan dulce voz regresamos a sentarnos y acompañarla en esa mesa.

-Diganme,¿Qué los trae por aquí?.
-Pues vera -Dijo mi amigo bastante nervioso con la mano temblorosa y casi derramando el café en mano - Mi compañero y yo vamos de viaje a la capital ya que mi abuelo está internado ahí y me enviado una carta en la cual reclama mi presencia.
-Pero que interesante joven,sabe,es realmente raro que unos viajeros hayan decidido para en mi humilde casa de visita.
-Pero si su empleada nos ha dicho que muy a menudo vienen personas aquí a...Le replique y ella interrumpió.
-Oh! Ella? Por favor,como creen,no le haga caso,es una verdadera exagerada,ningún viajero pasa por aquí por miedo.
-¿Por miedo?-Pregunte extrañado- ¿Miedo a qué? ¿A qué se supone que se tendría que temer?
-Pues vera,por ahí anda rondando una leyenda la cual cuenta que esta misma casa era del dueño de un pequeño poblado que estaba justamente en este lugar,al rededor de esta residencia,llamada "Casitlla" esa población,pero eso fue hace ya muchos,muchos años...Décadas.
-¿Eso todo?-Pregunte inconforme.
-Claro que no...Pues resulta que justo aquel dueño sufría delirios y esquizofrenia,lo cual lo llevo a la locura,tanto que hizo que sus hombres a cambio de un módico pago quemaran todo el pequeño pueblo una noche muy oscura mientras todos dormían.
-Y,¿Qué me dice de esta casa?
-También la quemo.
-¡'¿Qué?!- Exclamamos yo y mi amigo.
-Sí,junto con su mujer y un par de empleados dentro.
Yo y mi compañero nos quedamos completamente pálidos de aquel terror que nos había envuelto en aquellas palabras de tal mujer,no podíamos hablar,ni movernos y con una gran impotencia ante aquel hecho,los dos de la misma manera comenzamos a sudar bastante,y,antes de que pudiéramos reaccionar de alguna otra manera la anciana siguió con un tono melancólico y una gran tristeza impregnada...
-Sí,Ildelfonso era tan buen marido a pesar de todo,yo se muy en el fondo que no sabia lo que hacia...Y aquí sigo,esperando que regrese a casa y se disculpe para ser de nuevo felicez y poder descansar.

No podíamos más con aquel terror y pesadez que sentíamos en el cuerpo,como logramos hacer reaccionar nuestros cuerpo nos levantamos bruscamente y comenzamos a correr hacia la puerta y después de un par de golpes logramos abrirla.
Mientras corríamos de nuevo hacia el coche logre observar como aquella anciana sólo nos miraba con una expresión de tristeza tal que logro bajar la adrenalina que sentia en ese momento al comprender su rostro lleno de lagrimas,observando con atención nuestra partida.
No quise más,necesitábamos alejarnos de ese lugar pase lo que pase,sin importar que.
Sólo se podían escuchar nuestros corazones latir tan fuerte que casi opacaban el sonar de  nuestros huesos titilando y el andar la brisa de aquella aun madrugada mientras desesperadamente yo intentaba abrir el coche lo más pronto posible.
Lo logre tras ahora mucha desesperación,mi amigo se subió muy apresurado y arranque lo más rápido y pronto que pude.
No basto con que al pisar la carretera los dos nos volteáramos a ver de nuevo aquella vivienda y percatarnos que ahora estaba en ruinas,completamente hecha cenizas y con demás casas y comercios hechos polvo en viles escombros.
Eso basto para terminar con los nervios de mi amigo y hacer que le diera un paro cardiaco.
La población más cercana era la capital misma y aun falta al rededor de tres horas más de camino,conduje lo más rápido que pude,pero fue inútil,maneje todo el tiempo con el cadáver de mi amigo por un lado y yo apunto de terminar en el mismo estado.

Al llegar a la capital y aun con los nervios de punta corrí con el cuerpo de mi amigo en brazos a la entrada del hospital central; Donde después que unos doctores recogieran el cuerpo en el suelo y a mi levantado al estar arrodillado gritando en un ataque de pánico y sin aun comprender lo que había pasado.

Despierto en una simple camilla del hospital,no puedo recordar nada,siento varios dolores de cabeza.
Pasa un doctor y pregunta por mi estado,al contestarle irremediablemente que bien,me empezó a mencionar cosas que estuve gritando mientras se llevaban el cuerpo de mi amigo y a mi me sujetaban y suministraban unos calmantes hasta que sólo caí dormido,fue entonces cuando recordé y aquella horripilante sensación volvió a mi.
Me quede callado y no pronuncie palabra alguna,el doctor dijo que me podía tomar el tiempo que quisiera para volverme a calmar y después ir al interrogatorio,que no dejarían pasar que entre con un cadáver en manos.
Al cabo de un par de horas,después que esa asquerosa y espeluznante sensación se calmara,me levante de mi camilla y deambule por todo el hospital hasta poder encontrar a una enfermera y pregunte por el abuelo de mi fallecido amigo;
-Disculpe señorita,¿En qué lugar se encuentra hospedado el señor Villa Hernandez?
-¿Villa Hernandez? Disculpeme usted señor,que he estado años en este hospital,conozco a todos los pacientes de aquí y ese nombre jamás lo he escuchado en mi vida.
-¿A qué se refiere? Si es que uno de los motivos de mi viaje hacia aquí fue para verlo,en realidad es abuelo de un conocido,que ha fallecido ya.
-¿El señor que usted tenia en brazos cuando entro aquí?
-Exactamente señorita,vera,lo que sucede es que el envío una carta y...
-¿Una carta,dice?- Me interrumpe la enfermera.
-Sí,una carta- Afirme un poco extrañado por la certeza de su interrupción.
-Pues vera que aquí llevamos un control de todo lo que los pacientes envían y reciben,tanto como visitas y demás-Dijo ella- si gusta acompañarme a la recepción para revisar si es que ha salido alguna carta bajo la firma de aquel enigmático nombre que me menciona.
Entonces empezó a caminar y la seguí,al cabo de llegar a la planta baja se acerca con la recepcionista y le comenta un par de cosas a la enfermera que está atendiendo en ese lugar y después mi otra acompañante se retira.
La  recepcionista me pregunta de nuevo por el nombre de aquel señor.
Al cabo de unos minutos y de ella al parecer revisando unos archivos me dice;
-Efectivamente tenemos el registro de una carta enviado a su población bajo ese nombre señor,pero me parece que hay un pequeño error aquí,en esté registro marca que la carta fue enviada desde Castilla,una población a varios kilómetros de aquí que fue destruida hace ya muchos años...

lunes, 6 de mayo de 2013

Doceava Noche

No,no puedo ¡Cuantos nervios!

Aquel reloj no avanza y miro reflejado en aquel cristal como mis ojos se mueven patéticamente al ritmo de aquella aguja a metros de distancia.

¿Qué sera de mi al despertar? ¿Sera qué dormire para no despertar? ¡Pero si es justo lo que siempre he deseado!

¿De donde viene todo este nerviosismo?

Está invadiendo mi cuerpo y las manos tal cual rodillas tiemblan a más no poder.

Miro por la ventana y es un profundo vacío ¿Sera que ya estoy soñando?

Hay algo más allá que me impulsa a estar aquí.

Ella; Siempre tan tierna...***

XX

Dormir es lo más cercano a la muerte en esta vida.

Nunca puedo dejar de ver mis sueños más reales de lo que son,ideas palpables al rededor de mi,las puedo olfatear,las trago y las escucho.

Aquel olor a tinta que invade las mañanas al despertar y los humos que elevan mi noches.